domingo, 11 de enero de 2009

Mártires Invisibles


Muriendo de hambre, gritos mudos que se funden en un aire hirviente como el del infierno. Sus ropajes acentúan la asquerosa imagen de ese pedazo de carne informe y chamuscado, chamuscado como las almas infernales, porque ese es el verdadero infierno y no aquel que ha sido inventado para que dejemos a un lado la vida verdadera (la inmoral) y caigamos en el abismo putrefacto y tétrico de la moralidad, de esa moralidad que según Nietzsche niega la vida. Un profundo sentimiento de asco y aborrecimiento colma mi cerebro ante la inutilidad de los "grandes" y la ceguera del universo entero, una ceguera infundada los "grandes", por esas bestias macabras cuyo corazón está tan podre como su inútil cerebro que solo sirve para crear más mártires invisibles.

Ellos están allí aunque no los veas, lo sabes, pero sigues callado, perole temes a esas ratas infectadas de crueldad. Yo no usaré la venda que usan todos para aparentar una ceguera inexistente, los mártires sólo son invisibles cuando no los quieres ver.

1 comentario:

Emily Rangel dijo...

Es simplemente más fácil dejar de ver, no querer ver -dicen los insencibles, los débiles- porque al final ¿qué hacer? no es mi culpa, no se puede hacer nada, yo tengo comida, vivo en un país horrible y tercermundista, que es mil veces peor pero donde no se puede hacer nada, aquí también la gente vive baleada, con la boca abierta, con los dedos en peligro, jaj, y me río de su desgracia: No soy un humano, soy una cosa. Lamentablemente los niños pagan por nuestra abominable "cosificación". ¿Cuándo dejaremos de ser cosas? quizás cuando pasemos a ser simplemente un polvo más de la tierra y sólo así el universo esté a salvo.